Erika Buenfil era una chica rebelde, muy preguntona e inquieta, pero en el salón de clases de la secundaria se transformaba: con el cabello recogido, observaba de reojo a las populares que se reían y organizaban planes.

Ella encontraba en la biblioteca un refugio para evitar miradas incómodas, tener conversaciones que no sabía cómo iniciar e incluso evitar que la invitaran a fiestas a las que tenía miedo de ir.

“Era hasta ñoña, yo soñaba con ser de las populares, pero a mí no me tocó”, recuerda la actriz regiomontana en entrevista con EL UNIVERSAL.

Eso parecería mentira ahora que es una de las celebridades más populares no sólo para las generaciones que la han visto en más de 35 telenovelas, 17 obras y numerosas películas, sino también para los jóvenes que la descubrieron en TikTok, donde presume 17.5 millones de fieles seguidores.

La actriz de 60 años hizo una pausa en la promoción de su telenovela “Fugitivas” en busca de la libertad para una retrospectiva, que incluye su máxima enseñanza: saber adaptarse.

¿Cómo describes tu personalidad?

Un relajo: caprichosa, muy trabajadora, decente, sencilla de alguna manera. Soy muy feliz en unos tacos e igual en un restaurante caro; también soy de mecha corta y explosiva.

Viendo hacia atrás, ¿con qué te quedas?

No soy de las que guardo momentos en ningún archivo, yo vivo mi presente y me quedo con lo que estoy viviendo. He vivido grandes momentos, pero no me regreso nunca, la gente lo sabe.

Pero recuerdas el inicio, ¿cómo fue la fama?

Te enferma un poquito y te nubla. Sientes que el mundo no te merece y te subes a un ladrillo porque crees que siempre va a ser así, no te das cuenta que esto es una rueda de la fortuna. Es un trabajo diario y en cualquier momento te quedas a un lado.

¿Y qué hay de la presión mediática?

Hoy hay más, cualquier persona te puede tomar una foto, agarrarte en un mal momento saliendo del gimnasio o de una comida.

Tienes una cita con un amigo o con tu hermano al que no conocen, y ya dicen que es tu novio, o en la noche, tal vez un poco desvelada o borracha. Estamos constantemente expuestos.

¿Qué haces entonces?

Gracias a Dios tengo una vida muy tranquila y he sido muy prudente cuando hago mis cosas porque no estoy diciendo que no las haga, pero sí soy muy reservada en ese aspecto.

¿Le tienes miedo a algo en la vida?

A morirme, tal vez. Le tengo miedo a la enfermedad, no me gusta estar enferma. Gracias a Dios soy una persona muy sana.

¿Cómo cuidas tu salud?

Como bien, duermo, tomo vitaminas. Gracias a Dios estoy bien. Soy de las que si no hace frío, como quiera me pongo el suéter.

¿Qué es lo más difícil de ser influencer?

No es difícil, necesito trabajar mucho, pero mi carrera principal es como actriz y yo traspaso mi carrera a las redes. No he sacrificado nada para ser nombrada la Reina del TikTok, salió natural.

¿Cuál ha sido la mejor decisión de tu vida?

Tener un hijo. Todo el mundo dice eso, pero no lo puedes creer hasta que lo tienes. Se te prende el switch de mamá y de “ahora tengo por quién luchar”. El corazón se te ensancha.

¿Qué consejos le has dado a tu hijo?

Que se cuide mucho, que no crea en todo el mundo, que abra bien los ojos. Que no confíe en todo el mundo. Además, que se porte bien, sea disciplinado, ordenado: “levántate, estudia”.

¿Ha sido difícil ser mamá soltera?

Ya no, ya pasó. Hasta para mamás casadas, divorciadas o solteras es un trabajo difícil y es algo que uno va aprendiendo en el camino.