Martín intentaba aceptar la realidad de que nunca volvería a caminar.
Pero ese dolor se profundizó aún más cuando descubrió que su madre, Amelia, le había ocultado esta verdad. Iván, el padre siempre fuerte, decidió decirle la cruda realidad para que Martín pudiera enfrentarlo. La confianza que Martín tenía en su madre se rompió por completo. Se sintió traicionado y solo.
Mientras tanto, Amelia buscaba consuelo en los brazos de Rodrigo, e Iván, lleno de celos, los sorprendió. Amelia, incapaz de soportar los celos y el daño que Iván le causaba, decidió poner fin a su matrimonio.