Con el cambio de temporada a la vuelta de la esquina, es hora de descubrir todos los secretos para lavar cashmere como un profesional.
¿Sabes cómo lavar cashmere adecuadamente? Este material nos ha protegido y apapachado durante las épocas de frío, y ahora llega el momento de revitalizar estas prendas con una buena y justa recompensa.
La misión está declarada: lavar en casa un jersey o suéter de 100% cashmere correctamente para no acabar con un disfraz de los Power Rangers. Es una tarea que requiere cierta atención en cuanto a las reglas —estrictas— que hay que seguir al pie de la letra para considerarse un graduado en lavado y mantenimiento de este tipo de ropa de lujo discreto.
Admitámoslo, comprar cashmere de calidad cuesta mucho dinero, sabiendo que es una inversión a largo plazo. Y para no derrochar más de tu presupuesto en servicios externos que probablemente no cuiden tu ropa como esperas, necesitas conocer algunas reglas básicas sobre cómo lavar cashemere puro sin sufrir frustración ante resultados tristemente mediocres.
El lavado del cashmere de calidad requiere cuidados específicos para no maltratar sus tejidos.
Antes de lavar tu ropa de cashmere
Empieza por una evaluación: antes de lavar un suéter de cashmere, cuenta cuántas veces te lo has puesto. No menos de cinco o seis veces, pero no consecutivas, es lo ideal. Lavarlo después de una sola vez hará que se desgaste más rápido. Es muy importante saber que entre una ocasión de uso y la siguiente tienes que dejarlo reposar al aire por lo menos un día entero para que las fibras elásticas se relajen y recuperen su suavidad y esponjosidad naturales para el siguiente look.
Luego está el conocido efecto del pilling, que no es un defecto, sino una explosión natural de las fibras de cashmere y lana debida al roce, y que hace que aparezcan esos molestos nudos o bolitas en la prenda. Para atenuar la formación de pilling —en el caso de los jerseys de cashmere de alta densidad, es decir, con hilos finos, luego desaparece—, basta con cepillarlo en plano hacia una sola dirección con un peine especial de púas finas o con cepillos antipilling de terciopelo.
Pero, ¿cómo se lava el cashmere puro?
Con delicadeza y suavidad, por supuesto. Lavar la prenda a baja temperatura, es decir, por debajo de los 30 grados, respetará las fibras sin fieltrarlas. La ropa de punto de cashmere puede lavarse de dos formas, a mano o en la lavadora, optando por el modo delicado/lana. En ambas opciones, es importante no olvidar poner el suéter al revés para protegerlo mejor, solo después de haber tratado previamente las posibles manchas.
Si decides hacerlo de manera correcta y, por tanto, lavar el cashmere a mano, programa un remojo en agua tibia o fría con un detergente suave con un valor de Ph más bien básico, no superior a siete, durante unos 10 minutos. Para activar con mayor eficacia la acción limpiadora durante la inmersión, basta con masajear la prenda suavemente, sin retorcerla ni frotarla, y después aclararla con agua. Es esencial hacer esto repetidamente en agua fría.
Si, por el contrario, por comodidad y practicidad decides lavar tu suéter de cashmere en la lavadora, tras haber seleccionado un programa corto de baja temperatura, haber excluido el centrifugado o al menos haber bajado las revoluciones por debajo de 400, un consejo adicional pero útil para protegerla prenda durante el lavado es utilizar una red fina para ropa o una funda de almohada para evitar tensiones y estiramientos innecesarios durante las rotaciones dentro del tambor. ¿Cuánto detergente utilizar? Por el bien del medio ambiente y de la concentración del producto, recuerda emplear pequeñas cantidades y no añadir nunca suavizante.
Gorro de cashmere: ¿Cómo lavarlo antes de volver a ponértelo?
Un gorro de lana de cashmere es, en efecto, un pequeño lujo que podemos permitirnos sin demasiados remordimientos. Tener la cabeza abrigada durante los meses más fríos del año es un gran alivio al que es difícil renunciar. Pero también es cierto que, al llevarlo, la piel y el pelo producen aceites naturales que son absorbidos por las delicadas fibras de cashmere: por eso, mantenerlo limpio de vez en cuando prolongará su valor y su uso.
Los beanies de cashmere también deben lavarse con regularidad, pero no tan frecuentemente.
Basta con preparar agua fría en una cubeta y añadir un detergente específico para cashmere o un shampoo para niños, y dejar el gorro en remojo agitando suavemente el agua con las manos durante un máximo de cinco minutos. Después, aclara el gorro con agua limpia, procurando escurrirlo suavemente con las manos sin retorcerlo, y luego sécalo rápidamente con una toalla. El mismo procedimiento sirve también para las bufandas de cashmere.
Quitar manchas en ropa de cashmere: intervención local
Si estás pensando en lavar toda una prenda de cashmere cuando en realidad la suciedad está localizada en un solo punto, como una mancha en las mangas o en el pecho, conviene que solo te enfoques en esa zona. Una vez que sepas de qué es la mancha, empieza a quitarla suavemente con un paño sin presionar. Ya que hayas retirado la parte seca, aplica un quitamanchas sin dejar que actúe demasiado tiempo ni frotar, porque crearía un agujero en el cashmere. Después, procede con agua tibia.
Si la mancha se debe a productos grasosos, como el maquillaje o el aceite, solo tienes que aplicar bicarbonato de sodio para que absorba la grasa y dejar actuar de 15 a 20 minutos, para después sacudir la ropa. Si la mancha fue por taninos como café, té, vino o jugos de frutas, mezcla un poco de detergente para cashmere con agua y sigue el mismo procedimiento que con un lavado a mano completo.
Si la mancha persiste después del secado, considera otro lavado, pero sin excederte para no dañar la prenda.
¿Cómo secar los suéteres de cashmere?
Lavar un suéter de cashmere implica no usar centrifugadora ni secadora.
Habiendo superado sin problemas el primer paso, ahora es momento de ocuparse de la fase posterior al lavado. Secar los suéteres de cashmere significa ser consciente de la presencia del enemigo número uno, la secadora: olvídate de usarla en casa con estas prendas porque la amenaza del encogimiento está de verdad a la vuelta de la esquina. Después de lavarlo a mano o en la lavadora, elimina inmediatamente el exceso de agua enrollando el suéter en una toalla y apretándolo suavemente sin llegar a escurrirlo: ¡el abuso y los movimientos enérgicos contra él están terminantemente prohibidos! Una vez que realices este suave paso de “estrujado”, debes colocarlo sobre una superficie plana, como la parte superior de un tendedero, y dejarlo secar a temperatura ambiente, evitando el contacto directo con el sol. Una vez seco, el suéter estará listo para un último paso en caso de que tal vez necesites eliminar algunas arrugas no deseadas.
Con cuidado, usa el vapor de la plancha a un centímetro de distancia, o plánchalo a temperatura media-baja y protégelo con un paño de algodón. Al final de este ciclo de limpieza para tus suéteres de cashmere, un verdadero tesoro en tu clóset, resta conservarlos hasta la próxima temporada. Guardarlos en bolsas de algodón es mejor opción que en bolsas de plástico, pues así evitarás la condensación y la humedad durante los calurosos meses de verano. Antes de sellar las bolsas, añade productos antipolillas naturales, como bolas de madera de cedro. Nunca los cuelgues en ganchos ni los apiles debajo de prendas pesadas. Solo así el suéter estará seguro y listo para pasar otro año contigo.
Lavando un abrigo de cashmere en casa
No te dejes impresionar por el nivel de dificultad de la tarea, incluso un abrigo de cashemere puede lavarse en casa sin consecuencias desastrosas, ya sea una mancha de café o de grasa en la solapa, sin contar los puños y cuellos visiblemente percudidos por actividades bastante agotadoras durante toda la temporada.
Como también a tu abrigo, bastante sofisticado, le ha llegado el momento de una limpieza en forma, en primer lugar, revísalo detenidamente en los bolsillos exteriores e interiores, para distinguir las piezas metálicas como botones, apliques o cualquier bordado, y valorar cómo protegerlos del lavado.
Cúbrelos con papel de aluminio y asegúralos con un hilo de algodón o una goma elástica pequeña, y así evitarás estropearlos. Ahora toma un cepillo de ropa suave para eliminar la capa invisible de polvo que se acumuló durante los meses que lo usaste. Los trucos de la abuela recomiendan espolvorear la prenda con polvo seco, como sémola y migas de pan fresco, y luego sacudirlo con una esponja húmeda. Parece que funcionan como catalizadores del micropolvo.
A continuación, evalúa la cantidad de suciedad que tiene: si es poca y aislada, merece la pena tratar las manchas localmente en seco o con agua. Basta con humedecer una esponja con una solución de agua y quitamanchas, y luego aclarar la zona con agua fría; o con el uso de un pulverizador específico y después terminar con un cepillado.
Por otra parte, si crees que es necesario lavar a fondo tu abrigo de cashmere, considera la posibilidad de usar un recipiente suficientemente grande y cómodo como sería una tina casera. Llénala de agua templada junto con una disolución de dos cucharadas de un detergente básico suave específico para lana y prendas delicadas. Luego sumerge el abrigo y déjalo remojando durante no más de 15 a 20 minutos. Manipula la prenda con cuidado para que el detergente haga efecto.
Ahora es el momento de pasar al aclarado, que debes realizar en la tina con un cambio de agua limpia al menos dos o tres veces hasta eliminar todos los restos de espuma. Una vez que completes esta fase, sigue el secado que, a diferencia de los suéteres de cashmere, puedes hacerlo en forma horizontal, plana y encima de un paño, o de manera vertical con un gancho y una toalla adicional alrededor de los hombros para absorber con mayor rapidez el exceso de humedad.
No es imposible lavar tu abrigo de cashmere en casa si sigues estos pasos y usas los productos adecuados.