La conductora está a punto de arrancar con “Corte y confección”, su primer reality de moda, por El Trece. Habla  sobre el nuevo desafío y la realidad social actual.

Entre hilos y lentejuelas ordenados por color, máquinas de coser y mesas de trabajo milimétricamente posicionadas, catorce participantes ya se preparan para disputarse el puesto de mejor diseñador del año. “Vamos a armar quilombo”, “A las mellis las veo picantes”, “Nacho sabe muchísimo”, murmuran con las cámaras apagadas.

Andrea Politti les dedica una sonrisa a cada uno, mientras recorre la pasarela central del taller, desfilando hacia el escenario. Ella va a estar a cargo de la conducción de Corte y confección, el nuevo reality de moda producido por LaFlia (la empresa de Marcelo Tinelli), que estrena el lunes 14 de enero a las 16, por El Trece, y quiere prenderse en la lucha por el rating de las tardes. “Que se enciendan las luces del taller”, anuncia Andrea con entusiasmo. Y que comience el juego.

-¿Qué te llamó a aceptar esta propuesta?

-En principio, me llamó el Chato Parada (risas). La propuesta me puso muy contenta, porque era algo que no había hecho nunca, y a mí me gusta siempre reinventarme y hacer programas variados. La idea de llevar la moda a las casas me parecía original y muy divertida. Además, trabajar con LaFlia es un placer, uno se siente muy contenido. Desde que abrís la puerta te encontrás con maquilladores, productores, gente de limpieza, y todos hace rato que son como una familia.

Un puente. Así define Politti su rol de conductora, mediar entre el público y los secretos de un oficio, como la confección de ropa. Foto: Julio JuárezUn puente. Así define Politti su rol de conductora, mediar entre el público y los secretos de un oficio, como la confección de ropa. Foto: Julio Juárez

-¿Qué representa para vos la moda?

-La moda a mí me dispara muchas cosas. Por un lado soy muy coqueta, a veces prefiero estar viendo en Instagram las pasarelas de afuera antes que la tele. Además, para mí la moda es una expresión de quién soy yo, cómo me siento ese día. Y me resulta súper interesante ver por qué en cierta época, de acuerdo a la clase social, se vestía de determinada manera. Por ejemplo hoy, las prendas que se usan tienen que ver con la comodidad: las zapatillas, todo taco bajo, los bolsos grandes, y todo eso habla de una realidad en donde la mujer trabaja, camina la ciudad.

-Venís de conducir un programa de amor (Ojos que no ven, por El Trece), para pasar a la moda, que muchos la pueden considerar más fría o superficial…

-Yo creo que justamente me han elegido por eso, porque represento más el lado de la gente. Cuando los diseñadores empiecen a hablar de temas que no conozco, yo no voy a tener ningún problema en decir “Perdoname, ésto no lo estoy entendiendo”. Además, aparte de la competencia vamos a estar dando tips a la gente en sus casas con problemas cotidianos que pueden tener con sus prendas: cómo cambiar un cierre, correr un botón, hacer un dobladillo, y ese tipo de cosas.

Andrea Politti junto al Chato Prada, ultimando detalles de "Corte y confección". Foto: Julio Juárez.Andrea Politti junto al Chato Prada, ultimando detalles de “Corte y confección”. Foto: Julio Juárez.

-En tu programa anterior se habló mucho de fraude y hubo críticas. ¿Eso afectó tu credibilidad?

-Es algo que ya pasó. La verdad que yo a los programas los vivo como si fueran obras de teatro. Les pongo toda mi intensidad, pero una vez que pasan yo ya estoy presente en el que viene. Lienzo en blanco, borrón y cuenta nueva. No te sabría decir cuánto afectó o no, porque yo siempre le pongo mi corazón a todo por igual. Yo antes había hecho Doce corazones”, que era parecido a Ojos que no ven, y fue otra cosa. Pero claro, los participantes de hace muchos años no son los mismos que los de ahora. Y creo que tampoco son los mismos que los que me tocan en Corte y confección, porque son gente que viene a laburar, a cumplir sus sueños, hay una meta. El otro era de amor, o de seducción, se prestaba a otras cosas.

-¿Sos de mirar los comentarios y las críticas que te hacen?

-Yo creo que tanto los halagos como las maldades son falsos. La realidad es cuando uno tiene la humildad del trabajo, de buscar mejorar cada día aprendiendo de sus propios errores. Tomo en cuenta los consejos de las personas que sé que valen la pena, que son sinceras, que saben. El éxito y el fracaso no son más que dos grandes impostores, mi meta es no parar de trabajar y crecer.

-Sin embargo, en redes sos bastante activa, por ejemplo, te pronunciaste a favor de Thelma en el caso Darthés. ¿Militás el feminismo?

-Yo nací mujer. Me criaron dos mujeres, que salieron adelante a trabajar cuando mis padres se divorciaron. A los doce años, leí completos los dos tomos del libro de Simone de Beauvoir, y me fascinó. Desde chica tengo una impronta muy femenina, siempre tuve empatía con otras mujeres, lo veo como algo natural. Pero no me gustan los moldes, si milito o no milito. Tengo mis convicciones claras, pero no intento encajar en un grupo determinado.

Andrea Politti: "El éxito y el fracaso no son más que dos grandes impostores, mi meta es no parar de trabajar y crecer". Foto: Julio JuárezAndrea Politti: “El éxito y el fracaso no son más que dos grandes impostores, mi meta es no parar de trabajar y crecer”. Foto: Julio Juárez

-¿Qué opinás de todo lo que está atravesando la mujer en esta época?

-Es realmente algo que cuando era chica no me imaginaba que pudiera llegar a pasar. Me parece genial, es como sacar la infección de una gran enfermedad social. Y estamos en un momento donde sin dudas no está saliendo lo más lindo, pero estoy convencida que nos va a llevar a un buen camino. Esto recién empieza.

-Hay muchos que critican las formas…

-Es muy fácil hablar de afuera. Yo creo que en estos momentos nada es prolijo ni impoluto. Se hacen las cosas con errores, con virtudes, como se puede. Lo que me parece destacable es que todos estamos hablando de esto. Hasta los chicos, cuando son chiquitos. Esto que esta pasando me parece muy positivo, y de a poco se va a acomodar solo.

 

-En el reality, además de diseñadores va a haber modelos. ¿Van a seguir un estereotipo o va a haber diversidad?

-Las modelos son de todos talles y edades, y eso me encanta, porque todos somos muy diferentes físicamente, y me parece que llevar la moda también a ese nivel está muy bueno. Hay una tendencia mundial de buscar variedad de modelos, se está mirando otro tipo de bellezas, saliendo del preconcepto de que la Barbie es la única que vale.

-¿Cuál creés que es tu mayor desafío para este programa?

-Entretener. Lograr que la moda no se vea desde un lugar elitista. Mi misión es ser el puente entre el público y eso que ellos sienten que no les pertenece.

¿Cómo será la competencia?

Vienen de todas partes del país. Hay adolescentes y abuelos, amateurs y profesionales. Son catorce, pero sólo quedará uno, que se transformará en “el” diseñador argentino de la temporada 2019. Pero para ello, deberán competir con uñas y dientes, cumpliendo ciertos desafíos, que requerirán ingenio y creatividad, pero también precisión y prolijidad.

“Los desafíos van desde imitar un vestido de una película o de una celebrity, hasta crear indumentaria con materiales poco tradicionales, como elementos de plomería o de verdulería”, anticipa la conductora.

Con el jurado. Politti, delante de Verónica de la Canal, Benito Fernández y Fabián Zitta. Foto: Julio JuárezCon el jurado. Politti, delante de Verónica de la Canal, Benito Fernández y Fabián Zitta. Foto: Julio Juárez

Para juzgarlos, estarán Benito Fernández, Verónica de la Canal y Fabián Zitta. Por otro lado, la estilista Matilda Blanco será la jefa de taller, que supervisará el trabajo de todos los participantes, y hasta podrá influir sobre el voto del jurado. ¿La mala de la película?

El programa tendrá también un staff de modelos de distintos talles y estilos. Ellas trabajarán codo a codo con los participantes, que les podrán cambiar el look, peinado y maquillaje. Las modelos tendrán un rol muy importante, porque si no están de acuerdo con el diseño, o lo lucen de manera incorrecta, van a perjudicar al participante.

Y cuando suenen las sirenas en el taller, la cosa se va a poner interesante: si la conductora acciona la alarma, se modificará la consigna del desafío, sin importar cuán avanzados estén con los proyectos. Cada jueves, se develará el “voto secreto”, y los viernes, los dos participantes con menos puntaje se enfrentarán en el desafío de eliminación.