Belleza XL se sumerge en la vida y rutina de modelos de talla plus size con conmovedores relatos sobre la batalla que libran para expresar sus identidades a través de la moda.

Espectáculos

La evolución de la moda de tallas grandes es la bandera y narrativa principal de Belleza XL, el reality documental, producción original de E! Entertain­ment, en el cual la modelo, bailarina y actriz argentina Mica de Fuego brilla desde Brasil. Con ella hablamos para saber más de la propuesta.

—En un mundo lleno de prejuicios y mandatos, ¿cuándo supiste que querías dedicarte al mundo de la moda?

—La verdad que desde que tengo uso de razón, desde mis 6, 7, 8 años, soñaba con ser parte de ese mundo. Hay algo que tuve la oportunidad de contar en el reality que es que, al no tener ropa, y más en esa edad en específico, que estás como de niña pasando a mujer, no había nada que me entrara, nada tampoco acorde a esa edad, entonces con mi mamá pasamos horas diseñando algunos vestidos o cosas y cosiendo hasta las tres, cuatro de la mañana para poder ir un cumpleaños, y siempre me gustó mucho ponerme más accesorios, montarme, pero desde un lugar muy inocente. Había algo que era todo como en esas cuatro paredes de mi casa, y me daba un poquito de vergüenza salir al mundo, porque siempre me gustó ser muy coqueta, usar cosas que quizás una chica plus, una chica gorda, no, no usaría. Pero buscaba ser parte siempre: yo jugaba a escondidas en mi casa a sacarme fotos solo de cara, porque era lo que yo sentía que era digno de ser fotografiado en ese momento, pero eso nació desde que soy chiquita.

—¿Cómo fue dar tus primeros pasos en el mundo de la moda?

—Bueno, yo a los 19 años me voy a vivir a México en busca de oportunidades y atrás de mi primer amor, que me dejó un día antes de viajar, pero eso fue un impulso para para abrirme un mundo. Yo empecé siendo actriz de teatro musical, después entré en la televisión. Entonces el mundo de la moda vino porque una vuelta había un grupo de argentinos en México y nos mandábamos diferentes castings, y la verdad que era muy difícil, si no era para una comedia musical o algo, tener algún perfil o algún personaje gordo en algún medio de comunicación, entonces una vuelta me llegó un mensaje que decía así: “Buscamos modelos de maniquí 46, 50, 52 para pasarelas”, en un Whats­App. Fui al casting y me acuerdo de que había cuatro hombres, y me dijeron: “Bueno, vos sabés que el casting es en ropa interior, ¿no?”. Yo pensaba: “¿Dónde me metí?”, y al mismo tiempo fue algo que solo mi novio veía, mi cuerpo desnudo, porque ni en la playa yo mostraba mi cuerpo. Entonces, viste, cuando hacés algo y no tenés noción de lo que estás haciendo, los nervios te superan; llevé una ropa interior que si hubiera sabido… pero, bueno, ya estaba ahí, me saqué la ropa y me dicen: “Bueno, date una vuelta, listo, perfecto, a partir de la semana que viene empezás a hacer pasarelas con nosotros”, y así fue, una patada. Y se me hizo un clic en la cabeza, porque, digo, lo que me dio vergüenza toda mi vida hoy me está dando de comer, y al mismo tiempo hay un mercado. Empecé a buscar también por Google modelos plus size para entender lo que era, vi algunas referentes y ese fue mi primer impulso en México.

—¿Qué mujeres o modelos tenías como inspiración?

—Bueno, a mí me encanta Ashley Graham, ella fue como una gran precursora. Lo es. Hay un montón de referencias e influencers, que yo sigo, pero ella sin dudas fue tapa de las revistas más icónicas del mundo y fue de las precursoras, y ella hasta hoy en día sigue inspirándome.

—¿Qué te pasa ahora a vos que sabés que inspirás a otras mujeres?

—Ay, me siento muy abrazada y de alguna forma siento que quiero un poco lo que yo soñaba, me hubiese encantado cuando era chica, adolescente, tener a alguien que me diga: “Vos también podés, dale, animate a mostrar tus curvas, está bien ser quien sos”, así que eso me llena el corazón y me da mucha fuerza para seguir yendo por ese camino.

—¿Cómo fue que llegaste al ­programa?

—En un impasse, yo vine acá a Brasil a grabar una serie para Disney y otra para HBO, y después entré como en un impasse de casting, de la vida del artista; hoy estás laburando, al otro día no. Y dije: “Bueno, voy a ver”, porque acá realmente hay un mercado gigante, y acá las modelos plus size trabajan de eso y se dedican a eso, y entré a una Ford Models: esta temporada querían una visión un poco más latina, alguien que hablara en portuñol, y entré.