Mati le propone a Martha que hable con el comandante Patricio y le revele toda la verdad sobre las prófugas, pero no para que las detenga, sino para que las ayude a que se sigan escondiendo.

En el capítulo 52 de la tercera parte de la serie “Fugitivas”, la trama se centra principalmente en Mati rogándole a su abuela que interceda para ayudar a los personajes principales, quienes están huyendo (prófugas).

Específicamente, Mati, uno de los personajes de la historia, solicita la ayuda de su abuela para actuar como intermediaria en las negociaciones o para pedir clemencia para sus amigos o familiares que están siendo perseguidos o enfrentan dificultades. Esta escena puede centrarse en los aspectos emocionales, tensos y estratégicos que Mati utiliza para persuadir a su abuela a que intervenga en esta complicada situación.

La historia puede explorar los conflictos familiares, la preocupación de Mati y el esfuerzo de su abuela para influir en las decisiones de los personajes con poder o autoridad que afectan la situación de los fugitivos.

Lorena, Lisset, Montse y Frida están huyendo de la policía. Se escaparon de la prisión hace cuatro años y han estado viviendo bajo nombres falsos. Están viviendo en un departamento en la Ciudad de México. Un día, reciben la noticia de que la policía está buscándolas. Deciden que deben abandonar la ciudad de inmediato. Reúnen sus cosas y salen del departamento. Van a una terminal de autobuses y compran boletos para otra ciudad. Abordan el autobús y se van de la Ciudad de México.

Mientras tanto, Darío, un hombre que está enamorado de Lorena, está tratando de encontrarla. Sabe que ella está huyendo de la policía y quiere ayudarla. Ha contratado a un detective para que la busque. El detective logra localizar el domicilio de Lorena y le informa a Darío. Darío llega al departamento de Lorena, pero ella ya no está allí. Darío se siente muy triste y decepcionado. No sabe qué hacer para encontrar a Lorena.

Lorena, Lisset, Montse y Frida llegan a su nueva ciudad. Alquilan un departamento y comienzan una nueva vida. Intentan llevar una vida normal, pero siempre están preocupadas de que la policía las encuentre. Saben que no pueden estar huyendo para siempre. Deben encontrar una forma de resolver su situación.

Un día, Lorena recibe una llamada de Darío. Él le dice que la ama y quiere ayudarla. Lorena se siente conmovida y acepta reunirse con Darío. Se encuentran en un parque. Darío le dice a Lorena que ha contratado a un abogado para ayudarlas. El abogado les informa que pueden solicitar un indulto si confiesan sus delitos. Lorena, Lisset, Montse y Frida están muy preocupadas. No saben si deben confesar sus delitos o no. Deciden que lo pensará.

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