Rodrigo comienza a seguir a Eduarda a escondidas y la encuentra de visita en la misma cárcel en la que se encuentra Jorge Nieto.

Con un espíritu de acero, Rodrigo comienza su propia investigación.

Busca cada pista, desde llamadas telefónicas secretas hasta documentos relacionados con el caso. Con cada día que pasa, Rodrigo está más convencido de que Eduarda es la mente maestra detrás de todo.

Sigue cada uno de sus pasos, registrando cada acción sospechosa. La investigación está llena de peligros, pero Rodrigo no se deja intimidar.

Sabe que solo las pruebas concretas pueden ayudarle a salir del enredo legal.