Santa Fe Klan, uno de los raperos más sobresalientes de México, no deja de crecer ni de experimentar

Santa Fe Klan performs at L.A. Live on Friday.

Esta vez, Santa Fe Klan ha venido realmente preparado. Si su primera serie de presentaciones en Estados Unidos, hace sólo un año, lo encontraron en la tarima al lado de un DJ, lo que viene ofreciendo ahora mismo en escenarios del mismo país resulta mucho más llamativo y espectacular.

Esto se hizo completamente evidente la noche del viernes pasado en el Honda Center de Anaheim, una semana antes del concierto que ofrecerá en el Peacock Theater del LA Live de Los Ángeles, este 11 de agosto. En OC, el artista más representativo del hip hop mexicano en la actualidad se presentó no solo con el DJ, sino con una banda completa, dos coristas y un grupo de baile que se entregó frecuentemente a toda clase de piruetas, muchas de ellas vinculadas a la escena del ‘breakdance’.

Además, durante los numerosos actos dedicados a la cumbia, él mismo se encargó de tocar el acordeón, presentando tanto piezas propias pertenecientes al género como fragmentos de canciones del legendario “Rebelde del Acordeón” Celso Piña y hasta un ‘cover’ de “La chona”, tema original de Los Tucanes de Tijuana. Y es que, a sus 22 años, Ángel Jair Quezada Jasso (su verdadero nombre) se ha convertido en mucho más que un simple rapero.

Esta diversidad se demuestra en su más reciente producción discográfica, “Todo”, que vio la luz hace una semana y que recorre generosamente los géneros que ha practicado en los últimos años, ya que tiene hip hop, cumbia, balada, bachata, reggaetón y ‘banda’, lo que lo transforma en su trabajo más ambicioso hasta la fecha.

 

“He hecho discos de pura cumbia, de puras rolas acústicas y de puro rap, pero esta vez, decidí unir todo en un solo trabajo”, le dijo el joven cantante a Los Angeles Times en Español durante una entrevista por Zoom. “Y esto es solo una muestra de todo lo que tengo ya grabado: un disco entero de puro regional, un disco de puro rap, un disco de puras cumbias. Pero no podía sacar todo a la vez”.

Marcando la diferencia

Cualquier artista puede tratar de grabar un disco en el que navegue diferentes estilos, pero eso no quiere decir que los resultados tengan siempre sentido. No sucede lo mismo con Santa Fe Klan, que salta musicalmente de un lado a otro de manera impresionante.

A diferencia de los artistas que se definen a veces como alternativos, este mexicano no combina necesariamente estilos distintos en una misma pieza, sino que deja que cada una de sus creaciones siga su rumbo natural. En lugar de quitarle méritos, la estrategia resulta plenamente efectiva.

“Bueno, yo no hago todo; el rap sí es todo mío, pero me junto con la gente que sabe para las demás cosas”, precisó con modestia nuestro entrevistado, antes de hablar de sus colaboradores. Por ejemplo, los ‘beats’ de reggaetón en un par de temas fueron hechos por Dímelo Flow, un DJ panameño afincado en Florida que ha trabajado con estrellas como J Balvin, Ozuna y Nicky Jam, mientras que las incursiones en la música regional mexicana llegaron a buen puerto gracias a la asistencia de Julián Villarreal “El Moko”, un productor de Monterrey que trabajó con el ya citado Celso Piña y que fue bajista del aclamado grupo de fusión El Gran Silencio.

“A la gente de mi barrio le parece chido verme tocando cumbias y cantando sobre lo que vivimos”

— Santa Fe Klan/ Cantante

 

De todos modos, Santa Fe ha evolucionado no solo como rapero, sino también como cantante. Cuando grabó sus primeras canciones, a los 13 años, su voz no estaba muy desarrollada. Ahora, en cambio, exhibe una versatilidad incuestionable. Y sus alcances internacionales se han expandido con colaboraciones que figuran en las redes sociales de figuras de tanta pegada como la agrupación mexicana de cumbia Los Ángeles Azules, que lo convocó al lado de la aclamada rapera argentina Cazzu para la elaboración del monumental éxito “Tú y tú”, cuyo video oficial, lanzado a inicios del mes de marzo, ha sido visto más de 11 millones de veces en YouTube.

“Yo creo que eso de la voz se ha dado de tanto hacerlo, al ir aprendiendo las mañas y fijándose en los errores”, especuló el intérprete y autor. “Siento que me falta mucho por aprender; tengo incluso una lista escrita con lo que necesito. Pero nunca he ido a clases de música. Todo es natural, y lo disfruto de ese modo”.

“Llevo casi 30 conciertos en estos días y me siento bien de la voz, porque ya aprendí cómo cambiar el sonido, para que salga de la panza, de la garganta o de la cabeza”, describió. “Siento que ahora tengo mucho más control al escribir, al grabar y al cantar”.

Evolución y realidad

Ha sucedido lo mismo con el acordeón, que aprendió a tocar por cuenta propia y que interpretaba ya de algún modo desde que era niño, pero que retomó durante la pandemia, lo que le permitió crear todas las partes correspondientes a ese instrumento en su álbum anterior, “Santa Cumbia” (2021).

“Le daba las ideas a un ‘carnal’, y como él sabe tocar ‘chingón’, me ayudaba a grabarlas”, recordó. “Pero ahorita, en este disco, ya grabé por completo una cumbia; es la que se llama ‘Celoso’”.

La evolución vocal de Santa Fe ha implicado la posibilidad de hacer melodías pegajosas, como se muestra en el primer sencillo del nuevo álbum, “Algo más”, una balada romántica con guitarra acústica donde le canta con delicadeza al amor pero que, curiosamente, tiene una parte indudablemente ‘fiestera’ en la que afirma estar “amanecido, borracho y loco” mientras sufre por la ausencia de su amada.

 

“Yo había pedido que me grabaran unas bases tristes para esa canción, pero me puse a cantar algo romántico encima”, comentó. “La letra habla de felicidad, y es por eso que digo que ando bien loco y bien borracho, porque eso es algo que disfruto”.

El artista reconoce que la pieza está dedicada a una dama, pero no revela su nombre. “Todo lo que escribo es real, porque sigo escribiendo sobre lo que siento; pero esta trata sobre algo que ya pasó”, nos dijo, sin especificar si el tema se refiere a Maya Nazor, la ‘influencer’ con la que tuvo a su primer y único hijo, Luka, pero con la que terminó oficialmente en diciembre de 2022.

Sin olvidarse de la calle

El romanticismo se plasma igualmente en la pieza “Ayúdame”, solo que, esta vez, adquiere sabor de bachata, marcada por una instrumentación de percusiones y de guitarra que suena real porque es real. “Estuve en el estudio con los músicos, y la ‘neta’ es que se la ‘rifaron’”, se entusiasmó Santa Fe. “Esa también me la grabó Dímelo Flow”.

“Solo contigo”, una de las dos canciones regionales de la placa, fue grabada con una auténtica banda sinaloense, en lugar de emplear los ‘samplers’ a los que recurren otros raperos.

“Eso sería como hacer la comida con cosas que vienen en paquete, cuando tiene que ser natural y real”, afirmó nuestro entrevistado. “De hecho, tenemos la partitura de todo lo que tocan los instrumentos de viento y el acordeón; se la podríamos dar a una orquesta”.

 

En medio de su inclinación hacia diferentes géneros, “Todo” no deja de lado el hip hop puro y duro, como lo prueban los temas “Calle del dolor”, “Eternamente” y “No te metas”. En este caso, las letras se zambullen completamente en temáticas callejeras y tienen incluso aires existencialistas.

De ese modo, sin pretensión intelectual alguna, estas composiciones hacen gala de un aspecto reflexivo y vivencial que no parece haberse hecho a la ligera. “Me tardo un buen rato en desarrollarlas”, retomó Santa Fe. “Tengo muchas maneras de escribir, y nunca escribo del mismo modo. Mi libreta es todo un viaje. A veces escribo de más y luego lo corto, o lo presento de una manera diferente”.

Otra foto del rapero en la actualidad.

Otra foto del rapero en la actualidad.
(Laura Daniela Aranda Pérez)

Mezclas y gustos

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar nuestro entrevistado con todas experimentaciones? “No es que esté tratando de decir que puedo con todos los géneros, sino que me gusta hacer los géneros que me gustan y que le gustan a mi audiencia”, precisó. “Tengo varias canciones de rock and roll, de blues y hasta de salsa que todavía no han salido. Voy a grabar [una versión] de ‘El niño sin amor’ con [el legendario grupo mexicano de rock] El Tri”.

Quezada nació y creció en Santa Fe, un barrio popular de Guanajuato que, obviamente, le sirvió como inspiración para su sobrenombre artístico. Al cumplir los 16, se mudó a Guadalajara, donde sigue radicando. Pero eso no quiere decir que haya roto lazos con el terruño.

“Ese es mi lugar de origen, y ahí he puesto una tienda de ropa, una barbería, un estudio de grabación y otro de tatuajes”, detalló. “La verdad es que ando siempre entre Guanajuato y Guadalajara”.

Santa Fe es un lugar con una fuerte escena de rap callejero, aunque ésta sigue siendo totalmente ‘underground’. El único artista de la zona que se ha dado a conocer internacionalmente es él. Sin embargo, además de ser fanáticos del hip hop, los raperos locales se crían desde chicos con la influencia de la cumbia, que resulta infaltable en las fiestas de los fines de semana.

“Sí, es algo normal por ahí. Y es por eso que a la gente de mi barrio le parece chido verme tocando cumbias y cantando sobre lo que vivimos”, dijo nuestro entrevistado. “El rap se sigue haciendo en Santa Fe; nosotros estamos tratando de llevarlo más lejos, como sucede en este disco, pero seguimos haciéndolo de puro corazón, porque el rap es lo que me ha enseñado a escribir dentro de cualquier género”.

“Yo sé que lo más importante es perder la vergüenza, que no te dé pena decir qué géneros escuchas o qué géneros quieres grabar”, reflexionó. “Eso es lo que me ayudó a ir más lejos. De todos modos, yo soy mexicano, y con el respeto que le tengo al hip hop, lo descubrí en un lugar donde también sonaban [el ídolo de los narcocorridos] Chalino Sánchez, Celso Piña y todo ese rollo”.

A cargo del acordeón durante un concierto en la Ciudad de México, el 27 de julio de 2022.

A cargo del acordeón durante un concierto en la Ciudad de México, el 27 de julio de 2022.
(Bernice Bautista/AP)

Gustos y calle

¿Y qué es lo que está escuchando Santa Fe en estos días? “Estoy escuchando mucho a unos carnales que se llaman Ke Personajes; son de Argentina y tocan cumbia”respondió el rapero. “Se mira que el ‘vato’ viene de abajo, porque hay videos en Internet de hace mucho, y se sabe que tuvo que superar problemas personales para llegar a donde está ahora”.

Además de estar atento a las creaciones de talentos jóvenes de la música regional como Junio H, Peso Pluma y Natanael Cano, el artista disfruta del reggaetón cuando se encuentra a bordo de su ‘troca’, y no ha dejado de lado a los nuevos valores del hip hop.

“Me gusta mucho el Dilinyer, un ‘carnal’ de Venezuela que tiene una rola que se llama ‘Sicario’, y que está bien ‘chida’”, comentó. “Me gusta ver a la raza ‘rifar’ y cantar ‘chido’, y trato de ser amigo de esas personas para aprender de ellas y ver en qué les puedo ayudar”.

Como lo hemos señalado, Santa Fe no evita nunca las temáticas callejeras. En el Honda Center, la conexión que ha establecido con los ‘cholos’ de California se hizo clara no solamente en las tribunas, sino también en los saludos que mandó para “las pandillas” y en las apariencias y el estilo de baile de las personas de distintas edades que extrajo del público para invitarlas al escenario durante la interpretación de las cumbias.

 

Pero sus coqueteos cada vez más frecuentes con la música regional no lo han llevado a crear letras que celebren a los narcotraficantes, pese a que el consumo de marihuana y de otras sustancias ocupan un lugar esencial en unas letras que, en medio de los aires de desafío que poseen y de los encuentros con la ‘chota’ que describen, no caen tampoco de manera necesaria en el rollo ‘gangsta’.

“Estoy del lado de la gente que fabrica la música, no de la gente que mueve los negocios”, nos dijo el joven cuando le tocamos el tema. “No me interesa tratar de vender algo que no vendo. A veces me quieren dar marihuana a cambio de publicidad, pero no acepto. Nosotros somos artistas; nunca decimos marcas ni quién nos la vende”.

 

“Nada más tenemos conocidos, y para mí, es mejor tener amigos a que te den dinero por cantar algo”, concluyó. “Respetamos a la gente y a su trabajo, pero no nos metemos en lo que no nos corresponde”.